SOS Racismo arremete contra la PxC y alerta del crecimiento del odio racial en Cataluña
Ni una palabra de los delitos que tienen a los inmigrantes como protagonistas. Tampoco sobre el descubrimiento reciente de casos niñas musulmanas mutiladas por sus padres en las cuatro provincias catalanas. Menos aún acerca del asesinato de un joven autóctono en la localidad de Salt a manos de un extranjero. Lo relevante para SOS Racismo es que “el odio racial crece en Cataluña”, según se desprende de un informe que ha presentado hoy y donde se señala que el año pasado hubo 615 denuncias por este motivo, un 5 por ciento más de las registradas en 2009.
La portavoz de SOS Racismo, Alba Cuevas, ha explicado que la entidad intervino en 217 denuncias, de las que, en el 34,56% de los casos, las agresiones procedían, presuntamente, de los cuerpos de seguridad del Estado, y en el 42% los presuntos agresores eran Mossos d’Esquadra.
El informe señala, además, que casi la cuarta parte de las agresiones y discriminaciones en la que intervino SOS Racismo fueron entre particulares y en el ámbito vecinal, y que un 14,29% de estas denuncias se hicieron por discriminación en servicios básicos.
SOS Racismo ha denunciado que “Cataluña se ha convertido en un laboratorio de prácticas racistas, especialmente en el ámbito político, se ha perdido la vergüenza y crecen los discursos racistas que tienen un efecto directo en la convivencia”.
Como ejemplo de este fenómeno, señalan el discurso “xenófobo de partidos fascistas como Plataforma per Catalunya”, que estuvo a punto de entrar en el Parlament al obtener 75.000 votos en las pasadas elecciones autonómicas.
Alba Cuevas ha asegurado que el discursos racista en la política se detecta, especialmente, en el ámbito municipal y local, como el caso del PP en Badalona (Barcelona), un partido que, según esta ONG, asociaba a los gitanos con delincuentes, olvidándose de la importancia de la cohesión social.
SOS Racismo detecta un aumento de estas actitudes y expresa su preocupación por el clima de permisividad general que se está dando entre la sociedad ante esta situación.
Para los autores del informe, un contexto de crisis económica como el actual ayuda a la proliferación del discurso racista, y denuncian que falta una acción contundente y clara de la justicia antes situaciones de racismo.
En este sentido, señalan que en el 18% de las denuncias presentadas contra los Mossos, la justicia condenó a la víctima, en un 12% las sentencias fueron absolutorias y en otro 12% se archivaron los casos. Tras señalar que el racismo es un indicador claro de que el Estado de Derecho no funciona, Alba Cuevas ha recordado que el racismo está vinculado a las desigualdades sociales, a la exclusión y a la restricción de derechos.
Desde SOS Racismo se ha asegurado que “España está siendo un alumno ejemplar en el proceso de endurecimiento de las políticas de extranjería y de restricciones de derechos sociales”, y que una parte importante de la maquinaria del racismo estatal es la persecución y criminalización de la población inmigrante.
Las batidas policiales, son según el informe, la muestra más clara y visible del acoso policial y de las campañas de criminalización de los inmigrantes.
Consideran inadmisible que se detenga a personas inocentes por estar en una situación administrativa irregular y que se les confine en centros de internamiento, como el de la Zona Franca de Barcelona, que se han convertido en mecanismos de castigo, sin tener en cuenta sus derechos fundamentales.
Para elaborar el informe se han tenido en cuenta fuentes propias de SOS Racismo, los casos detectados por asociaciones con las que trabaja esta entidad y las noticias relacionadas con el racismo y la xenofobia aparecidas en los medios de comunicación.
¿Y LOS DERECHOS DE LOS ESPAÑOLES?